El terreno más joven en su formación, tal como hoy lo conocemos, es el campo. Tiene una altura media sobre el nivel del mar de 50 metros, con alturas máximas de 75 metros y mínimas de 30 metros. Está formado por suaves ondulaciones que como las olas de un lago rompen con suavidad en los primeros cerros de sierra morena.
No hace mucho, tan solo unos milenios, las aguas del Guadalquivir se ensanchaban en un cauce considerable en esta parte de su curso bajo, ocupando toda la llanura que se domina de los cabezos del aljarafe hasta las primeras alturas de Alcalá de Guadaira y Carmona. Este enorme brazo del río en su primitiva desembocadura, considerado también como penetración del mar tierra adentro, fue conocido por el historiador latino Estrabón y transmitido a la posteridad con el nombre de lago Lacustinus.
El campo de Gerena, era parte de este inmenso lago y las tierras que en él hoy se labran proceden de materiales arrastrados y sedimentados por el río: son las greas, las arcillas y las arenas.
Otro día os hablaré de este lago Lacustinus y de mis paisanos tartésicos que habitaban en su orilla.
1 comentario:
que fotos tan bonitas estas dos de los campos ondulados con estos colores suaves
un saludo
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