La manzanilla (Matricaria camomilla), es una planta con reconocidas propiedades medicinales. La forma más corriente de administrar la manzanilla es en infusión, que se prepara con media docenas de cabezuelas por taza. La recolección de estas cabezuelas debe hacerse en días soleados, bien avanzada la mañana, con idea de que la flor no esté húmeda. Una vez que tenemos estos botones florales con su cabillo cortado, se extienden sobre papeles o cañizos en lugar ventilado y a la sombra. Cuando están secas, se guardan en bolsitas de tela en lugar seco.
La manzanilla es sedante, y se utiliza para calmar los espasmos y los trastornos de tipo nervioso de mujeres y niños; en las mujeres cuando sufren las molestias de sus periodos menstruales. Es también estimulante de la digestión, favoreciendo los movimientos intestinales, con lo que ayuda a soltar los gases. Los ojos irritados o legañosos de los niños también se alivian si se limpian con un algodón mojado en infusión de manzanilla.
!Ah!, si la infusión es concentrada y os la ponéis en el pelo conseguiréis teñirlo de rubio.
Urbanización olivar de Maravilla. Enero del 2009.
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