Probablemente tengamos ante nosotros el ser vivo más viejo de toda Gerena, sabrá dios lo que ha visto este centenario olivo.
Este árbol (Olea europaea) no alcanza gran altura, tiene el tronco corto, grueso, irregular,retorcido, como torturado. Nace en el litoral mediterraneo.
Las hojas se cuecen durante un cuarto de hora, y su infusión se toma al levantarse y al acostarse para disminuir la presión sanguínea.
En cuanto a su fruto no será necesario describir en detalle la aceituna por ser conocida de todos. Pero sus dimensiones y formas varían mucho, porque se conocen numerosas castas de olivos que cada cual da la suya: la mayor de todas es la gordal, y la menor la arbequina.
Como estamos hablando de viejos, y es la época del verdeo, os voy a decir la receta que me dio mi vieja abuela para preparar un cubo de aceitunas aliña.
Se machacan las aceitunas con un ladrillo de forma que se abran en dos. Se llena el cubo por la mitad y se cubre de agua, la cual iremos cambiando diariamente hasta que las aceitunas pierdan su amargor. (10 días aproximadamente). Cuando estén dulces se añade medio litro de vinagre, un puñado de sal, un par de pimientos cortados a tiras, dos cabezas de ajos machacados y un puñado de mezcla de especias (orégano, comino, pimiento molido, tomillo), se cubre con agua y se remueve todo.
A los dos días ya podéis comer las aceitunas aliñadas más buenas de Europa. (Por lo menos para mi gusto)
Olivar de Críspulo. Septiembre del 2008.
4 comentarios:
Que buena pinta tienen esas aceitunas!Habrá que preparlas y probarleas,aunque el secreto de las aceitunas es el que las aliñas,de todas formas lo intentaré,gracias.
Precioso el Olivo!
Enhora buena por este artículo, desde mi punto de vista, es un auténtico homenaje a los ancianos, tanto a los árboles como a las personas. Sigue así tartésico.
Gracias por el comentario amiga Marta, a mi es que todos los viejos me causan verdadera admiración.
Me ha venido a la cabeza recuerdos de mi juventud. Cuando de chiquillo iba por las mañanas con mi padrino al campo y violabamos a estos seres centenarios. Les robabamos sus frutos con unas manos rotas por las berrugas de las ramas. De eso ya hace tiempo, mi cara pinta igual que ese viejo tronco de olivo.
Hacia tiempo que no recordaba ese pasado. Este post me lo ha hecho recordar.
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