A finales de verano, en el río Guadiamar, solo quedan tres o cuatros charcones medio secos. Ese es el momento adecuado para pescar peces con las manos.
Media docenas de amigos nos metíamos en esas charcas de agua y barro caliente donde buscábamos los peces debajo de las piedras.
Daba repeluco meter las manos en el lodo o entre las raíces, porque no sabías muy bien lo que te ibas a encontrar.A veces tus dedos palpaban escamas, con lo cual no había problemas, pero en otras ocasiones te pegaba un picotazo un cangrejo rojo o bien tocabas un manojo de pelo ratonil; pero lo que más te hacía estremecer era cuando se te escurría entre los dedos una blandita culebra de agua. !Que escalofrio!
Como disfrutaba yo esas tardes de septiembre, cuando llenos de barro exibiamos nuestras capturas ensartadas en juncos, me transportaba al paleolítico, cuando los hombres primitivos hacían exactamente lo mismo pero sin bañador.
Pues fue en esta época, hace ya diez o doce años, cuando vi por primera vez el pez sol (Lepomis gibbosus). Desde entonces empezó a colonizar todas las zonas del río y también de los pantanos, llegando últimamente a formar verdaderas plagas en algunos embalses.
Es un pez originario de América del norte, que llegó a la península ibérica en el 1910 y que por su extraordinaria resistencia se adapta a diversas calidades de agua y temperatura.
Se reproduce de mayo a julio y se alimenta de insectos acuáticos, peces jóvenes y también de huevos y larvas de otras especies, razón por lo que es muy dañino para la fauna autóctona.
9 comentarios:
Que buen reportaje, no sabia que en el Río de Gerena existieran esos peces. Felicidades!!
Un saludo.
Por fin Tartésico vuelves a enseñarnos cosas de tus plantas y animales. Te echábamos de menos.
Ya era hora Jompi, el gorgojo se estaba poniendo un poquito pesado.
Hola tartésico. Saludos desde la sierra de Huelva.
Y cuando daba a tu blog por extinto vienes a regalarnos este interesante reportaje del Pez Sol.
La primera vez que lo vi fue en un pequeño tajo de la Piedra Caballera, eran muy pequeños, de colores llamativos, fieros y voraces, y tan bonitos que los metí en el acuario de mi casa. Ahora lo vuelvo a ver entre recuerdo de aquella vez que pesqué con las manos una gran anguila en los charcones agónicos del Guadiamar. O cuando cogía los barbos y los veía engordar en la alberca hasta el verano siguiente.
¡Qué suerte Tartésico haber venido a caer en este rinconcito del mundo! ¡Y que tu y tantos/as otros/as estuvierais por aquí!
Salud amigo.
Saludos te echabamos de menos
Saludos para todos los que se pasan por esta página, me da alegria saber que después de unos meses de parón, todavia hay gente que se acuerda de Gerena viva.
Os mando besos y abrazos a todos.
hola amigo por fin as salido de caza fotografica un abrazo rolin
Que bien que hayas vuelto.
Puede ser mal bicho este pez pero es bonito.
Un saludo
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