No pedir peras al olmo es uno de los consejos más populares del refranero español. Señal de la importancia que este árbol ha tenido en la tradición del país.
Cuando esta mañana volvía de coger espárragos, me paré junto a unos olmos para ver si ya estaban en flor, porque estos árboles florecen en pleno invierno, incluso sus frutos, que no se parecen en nada a las peras, maduran antes de que salgan las hojas.
Hice algunas fotos de las tortuosas y ahuecadas cortezas de los ejemplares más viejos por que me gusta coleccionar fotos de troncos de árboles. Estos olmos (Ulmus minor) llegan a medir 20 o 30 metros de altura, nacen en suelos frescos y profundos, sobre todo en la orilla de ríos y arroyos, donde viven a menudo con alisos, álamos, fresnos y sauces.
Su madera es fácil de trabajar y si se mantiene húmeda, muy resistente a la putrefacción, por lo que se empleaba en contruciones navales y más antiguamente para hacer conducciones de agua.
La corteza de las ramitas tiernas suelta un mucílago, que batido con agua era considerado en otros tiempos el mejor remedio contra las quemaduras.
2 comentarios:
preciosos los olmos, y qué curioso lo de la floración¡¡¡
saludos
son arboles muy bonitos los olmos.
Por aqui cada vez hay menos.
Estan en peligro por una enfermedad que cogen.
Saludos
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