Hoy me he llevado una sorpresa, me ha llegado un paquete muy especial que contenía una de esas cosas que a mi me entusiasman.
Resulta que recibo una caja de cartón procedente de Asturias, al comprobar la procedencia del regalo, sospeché que era una botella de sidra o un queso de cabrales, pero no, era algo menos común, eran huesos de oso cavernario.
Un buen amigo mio que vive en Asturias estuvo hace poco haciendo espeleología en una de las muchas cuevas que hay en la costa. Por lo que me cuenta, era bastante larga y complicada porque tenía zonas muy estrechas por donde había que arrastrarse y también partes en las que tenían que bajar con cuerdas. Total que al final llegaron a una cámara espaciosa donde encontraron incustrados en la pared y también esparcidos por el suelo algunos huesos de (Ursus spelaeus), el oso de las cavernas.
Por lo visto unos años antes habían llegado unos científicos para llevarse el cráneo, pero dejaron por allí los demás restos. Mi amigo, gran amante y conocedor de la naturaleza, y al cual admiro enormemente, no dudó en compartir conmigo esos fósiles que los científicos desecharon, él sabía que me haría mucha ilusión tener algunos restos de este extinto animal.
Los huesos parecen un trozo de costilla y una vértebra incompleta.
Este gran oso con una altura de 130 cm en la cruz, superaba de pie los tres metros de altura y algunos machos llegaban a pesar 450 kg.
La especie apareció hace 250.000 años y se extinguió hace 10.000. Durante ese tiempo vivió en los bosques mixtos del continente europeo, por eso sus principales poblaciones estaban en el norte de España, Francia, sur de Inglaterra y Alemania; también en Italia y en el caúcaso, todas zonas montañosas y protegidas de los vientos fríos del norte que servían de refugio a estos bosques y por consiguiente a estos osos.
Despertaban en primavera del letargo invernal para alimentarse de hierbas, frutos y hojas que machacaban con sus potentes molares. A finales de otoño los osos buscaban cuevas para pasar el invierno. Si el otoño había sido malo, no era raro que el oso muriera de hambre durante la hibernación al estar bajo de reservas. Es precisamente en el fondo de las cavernas donde se han encontrado la mayoría de los restos de osos cavernarios, razón por la que han recibido su nombre popular.
1 comentario:
Tendrás que hacer un caldo con ese hueso a ver a qué sabe.... uuuummmm!
jejejeje
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