Una lista bastante grande de cosas tenía que haber hecho durante el largo puente que acabamos de pasar, pero al final no he podido tachar ninguna tarea de las que estaban escritas en la lista, porque me convencieron esta gente del ikea que dicen que del sofá a la cama y de la cama al sofá, es decir que decidí disfrutar de no hacer nada.
Pero bien cierto es que de todo se cansa el hombre, y llegando el miércoles, último día de las vacaciones se me apeteció abandonar mi estado latente.
Eran las 11:30 de la noche, lloviendo que estaba desde hacía muchas horas, más bien varios días, cuando aún así se me antojó salir a buscar sapos.
Armado con mi cámara y con el mismo uniforme que me había acompañado durante los últimos cuatro días, (pijama, babuchas, y bata de guatiné) monté en el coche para comprobar si estos nocturnos anfibios habían salido a mojarse por el camino de las hilandarias y la huerta del gato.
Efectivamente muchas ranas y muchos sapos estaban dando su paseito tranquilamente bajo la lluvia. A algunos de ellos me acerqué para fotografiarlos y en sus caras pude adivinar lo que pensaban de mi.
4 comentarios:
Probablemente pensarían lo mismo que pensarían las cucarachas que R. Kapuscinki describe en Monrobia:
"¿Qué era lo que había hecho para que creciesen tanto? ¿De que se cebaban? Su monstruoso tamaño tuvo en mí un efecto paralizante... empecé a inclinarme sobre ellas y a aguzar el oído a la espera de que emitiesen algún sonido, alguna voz. Al fin y al cabo, muchos seres tan grandes como ellas hablaban de las maneras más diversas - piando, chillando, croando, gurñendo- ... Me di cuenta, sin embargo, de que cada vez que me inclinaba sobre ellas, pensando que tal vez acabaría oyéndolas, las cucarachas retrocedían a toda prisa y se apiñaban en apretados grupos. Yo repetía el gesto y su reacción invariablemente era la misma. Estaba claro que el hombre les daba asco, retrocedían ante él con aversión, lo percibiían como un ser excepcionalmente desagradabe y repugnante"
Creo que es seguro que estos sapos pensaron lo que sus amigas las cucarachas, pero además no me extraña que me consideraran como uno de los representantes más ridículos del Homo sapiens.
Gracias por comentar Gonzalo.
Gracias por comentar Gonzalez, que antes me he equivocado y he puesto Gonzalo. Saludos.
Me gustan mucho tus sapos,
seguro que no hacía mucho frío, si se paseaban.
Saludos
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