
Uno de los más asiduos y representativos habitantes de los ríos españoles medianamente limpios, es el Barbo, a quien los científicos han bautizado con el nombre científico de (Luciobarbus spp). Se caracteriza especialmente por sus cuatro barbillas: dos hacia la boca y dos hacia la punta del hocico, así como por su moderado tamaño, ya que en doce años de vida no crece mucho más de medio metro.Pesa unos cuatro o cinco kilos.
Este animal, cuya carne era antiguamente muy apreciada y ahora se desprecia por la gran cantidad de espinas del esqueleto, suele habitar en las aguas dulces más profundas y se mueve escurriendose entre las piedras y los guijarros. También escoge estos lugares para el letargo invernal así como para obtener sus alimentos, que consiste en toda clase de vegetación, algas, y larvas, pues es un pez omnívoro.En este momento están los barbos subiendo en grupos las corrientes de los ríos para desovar.